Transmitir las emociones, alegrías y frustraciones de una carrera considerada el Tour de Francia del MTB, es complicado.
Hacerlo desde la distancia, mucho más. Esta semana, la hemos vivido pendientes todas la mañana de como le iría a nuestro corredor Manuel Rojo y a su compañero en la Cape Epic, Jorge L´´ópez.
Hemos compartido con ellos, la etapa prólogo, con un pinchazo que daba al traste con las buenas sensaciones en carrera por parte de los dos corredores.
La primera etapa, daba razones para pensar en algo grande por parte de estos dos luchadores. Una gran jornada, con una impresionante remontada y un 5º puesto que les daba mucha moral para afrontar el día siguiente.
Y así era, porque en la segunda jornada, arañaban otro puesto en la clasificación, consiguiendo la cuarta plaza y seguir aumentando la moral para los días venideros.
Pero llegaba un día de frustración, uno de esos días en los que hay que tener la cabeza muy fría y saber remontar una mala situación. “The race that measures all” les avisaba y un cúmulo de circunstancias adversas resultaban en una penalización de una hora en la clasificación general.
Tocaba remar fuerte en la cuarta etapa, penalizados saliendo en el cajón B pero con una moral impresionante. Una jornada «de transición» para ellos, en el sentido que el objetivo pasaba por intentar entrar de nuevo en el cajón A para poder disputar las jornadas finales, saliendo en las mejores posiciones.
Y vaya que si lo consiguen. Salen del cajón B, arrancan desde el inicio a un ritmo frenético, se van de sus rivales y se meten en el cajón en tercera posición. Hito para el ciclismo andaluz, ya que es la primera vez en la historia que unos andaluces consiguen este logro.
Ya sólo quedaba seguir disfrutando de la carrera y conseguir el objetivo final; ¿seguro?
¿Que un tercer puesto es algo que no entraban en sus planes?, pues lejos de relajarse, la dupla Rojo-López, se marcan otra carrera de libro y se alzan con el segundo puesto en la sexta etapa y un nuevo recorte de tiempo en la clasificación general, dónde ya estaban sextos.
Quedaba la jornada final, la Grand Finale, de esta Cape Epic de ensueño. Con dos podiums históricos, ya sólo quedaba cruzar la línea de meta, finalizar en una meritoria cuarta plaza de la general y conseguir el reto para el que comenzaron esta prueba, entrar en el selecto grupo de los Amabubesi o lo que es lo mismo, finalizar tres Cape Epic y entrar a formar parte del Amabubesi Finisher Club.
Los Leones, traducción de Amabubesi en zulú, vuelven para casa con la sonrisa y el corazón más grandes, después de completar un ciclo. ¿Que será lo próximo…?